A la margarita le preguntamos mal

Sempre he pensat que el millor de La Vanguardia són els articles de la secció "La Contra". Alguns fins i tot els tinc penjats a casa en una cartellera de suro.

El d'ahir el vaig trobar genial i aplicable a un gran nombre de dones entre les que em puc incloure perfectament.

Els que em coneixeu sabeu de sobres que no crec gens en la psicoanàlisi i, menys en els psicoanalistes. Parlo per experiència pròpia, vaig patir durant un any la tortura del psicoanàlisi, encara hi seria si un bon dia ho hagués fet un cop de cap, i hagués abandonat la teràpia. Llavors vaig anar a parar a mans d'un psicòleg cognitiu-conductual que em va salvar de tot i em va retornar la fe en la Psicologia. I això era una tasca molt difícil, jo havia deixat la carrera descreguda que la Psicologia pogués ajudar a ningú...

En fi, retornem al tema principal, que m'estic desviant. L'entrevista d'ahir a "La Contra" és d'una psicoanalista, Mariela Michelena, i parla d'un llibre Mujeres malqueridas, que "analiza el cómo y el porqué de que nos atemos a relaciones destructivas". Us reprodueixo algunes de les frases que subscric, o bé perquè les he viscudes, o bé, perquè les he vist passar als altres:

• Definició de malquerida: "Mujeres que padecen por un mal amor, enzarzadas en relaciones imposibles, destructivas, que lloran por un amor perdido o sin futuro aunque pasen toda su vida enganchadas a esa relación".
• "Sólo cuando hayas podido determinar qué papel has desempeñado tú misma en tu sufrimiento podrás restituir tu propia identidad más allá de la relación que mantengas. Si lo consigues, habrás desecho la rueda de la repetición y tu próxima historia de amor será tu propia historia de amor".
• "Mujeres que son fuertes ante todos los retos de la vida, brillantes para resolver sus tareas, valientes para todo excepto para resguardarse de ese hombre que las quiere mal".
  
• Símptomes: "No hablan de otra cosa que de su relación, viven pendientes del móvil, no rinden, no duermen bien".
• "Hay que estar atento a las preguntas que uno se hace, porque a las margaritas le hacemos preguntas equivocadas. No se trata de ¿me quiere?, ¿no me quiere?, sino de ¿me quiere como yo quiero que me quieran?, ¿me quiere a mí?, ¿me compensa esta relación?, ¿me hace feliz? Porque con la frase lapidaria de "es que yo le quiero" somos capaces de atravesar situaciones infernales".
• "... parejas que viven en un parque de atracciones, rompen y reanudan la relación una y otra vez. Los reencuentros son fantásticos, adrenalina pura. En nombre de mantener el enamoramiento, el precio que se paga es la prueba del terror, momentos de abandono en los que se sufre una barbaridas [...] La excitación que produce el reencuentro es lo que engancha. Porque hay una cosa importante: las malqueridas no son tontas."
• "A una mujer adicta a un hombre le da igual que él lleve un cartel en la frente que diga "soy perjudicial para tu salud", no puede prescindir de él. Hay que decir que no a tomar un café con él, igual que el alcohólico debe decir no a una inofensiva cerveza."
• "Las adictas están convencidas de que detrás de lo que se ve hay un hombre fantástico"
• "Hay mujeres brillantes, extraordinarias, que están con un hombre que no las merece. A veces pensamos que porque nos quiere estamos obligadas a perdonarlo todo."
• "A veces estamos mucho más solas con un hombre que sin un hombre, y es la soledad más triste"
• "... una mujer malquerida no es que no tenga autoestima, es que la tiene trastocada: cree que puede hacer más de lo que realmente puede hacer, que puede soportar más sufrimiento y perdonar más."

Si voleu llegir-lo complert el trobareu a:

Sanchís, Ima. (2007). A la margarita le preguntamos mal. La Vanguardia. 20 de junio de 2007, p. 80.